BCCCAP00000000000000000000964

Respiré con satisfacción pensando que si la compañía no aumentaba haríamos un viaje bastante agradable y ma– yor placer experimenté al ver que en el instante de partir €1 tren, la señora hizo piadosamente la señal de la cruz.• Entonces mi compañero arregló su libro lo más cómoda– mente que pudo para continuar su lectura, que por lo visto 1e interesaba sobremanera. Movido de curiosidad, traté de ver en su libro con discreción, mirando por encima del hombro y leí lo siguiente: "El hombre naturalmente desea saber; la presencia de lo desconocido le molesta; todo lo que es misterio le in– quieta y estimula; y en tanto que le dura su ignorancia, ex– perimenta él un tormento que cede su sitio al placer cuando .aquella llega a ilustrarse". La señora viéndolo absorto en la lectura, dirigió la pa– labra a su acompañante con voz intencionalmente fuerte como para hacerse oir del joven. -No me gusta ver que Carlos se entregue tanto a esas lecturas, las cuales me parecen que le pervierten sus bue– nos sentimientos. El caballero sonrió con bondad fijando su mirada en Carlos, con el mismo agrado con que se viera en el espejo ahora treinta años. Carlos levantó los inteligentes y soñado– res ojos mirando a la dama y al caballero con gran ternura dijo: -Mamá no quiere que haga mis repasos, sabiendo que tengo que presentarme al examen de bachiller muy pronto. -No es el repaso lo que me desagrada -replicó- smo ,que te veo con unas ideas raras y muy distintas de las que tenemos en casa. El caballero fijó de nuevo su mirada indagatoria en el joven, y éste levantó un poco· la voz como quien trata de ,expresar un profundo y firme deseo del alma: -Tío Felipe, es que yo quiero saber. La locomotora producía un gran estruendo en las vueltas ,le] eami110, los árboles ck·l bosque huían velozmente y los ---- 211 ----

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz