BCCCAP00000000000000000000964

puro; siempre, como ya hemos hecho notar también, con un fin de apostolado, como todos sus escritos; y el otro, LA VERDADERA ENFERMEDAD DE- SANTA TERESA, es uh estudio médico-psicológico sobre esta Santa a quien tenía una devoción especial. EN UN VAGON A mi respetado amigo el señor Jesús Maria Herrera lrigoyen. Una mañana fría y nublada, caminaba yo de prisa para llegar a tiempo a la estación ferrocarrilera antes de la sa– lida del tren. Cinco minutos justamente antes de la partida tomé el vagón que se hallaba desocupado aún y traté de elegir un buen asiento para hacer más cómodamente mi pequeño viaje, pues como de ordinario soy muy propenso al mareo, lo evito a veces situándome bien. Instantes después acariciaba yo la halagadora idea de hacer mi camino sin compañía alguna, cuando entraron tres pasajeros más, de distinguido aspecto: un caballero al pa– recer de cincuenta años, tipo del perfecto gentleman, quien se tocó cortesme~te el sombrero al pasar junto a mí; una sPñora, que al ponerme de pies para darle libre paso, me hizo una ligera cortesía; y un joven como de diez y siete años, de tan notable parecido con el caballero, que semeja– ban una misma persona vista a los 17 y a los 50 años, de t(•Z pálida, cabellos y ojos negros, con la mirada profunda dd que nace pensador. Vino a situarse a mi lado, y sin pr!'star atención a los movimientos precursores de la salida, abrió un libro y se entregó a _la lectura. 1,;¡ caballero y la dama tomaron asiento a mi frente. l ,a sPiíora vestía traje y sombrero negros de gran lujo y ◄ >legancia y la dulzura de su fisonomía, al propio tiempo que todo d continente de su persona revelaban la distinción pe– •·til iar a Ja:-1 personas bien nacidas.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz