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Cuando en 1917 estuvo en la Universidad de Columbia en New York, escribía: "Vivo una vida de estudiante, me causa gran placer verme sentado en los bancos universita– rios, como lo estuve antaño". Ya que no encontraba en su vida más que halagos, o los que pudieran haber sido tales para la vanidad, él se bus– caba compensación aunque nada más fuera en sentarse en los bancos de los discípulos, él que tantas veces había ocu– pado el sillón de la cátedra. 22.-N o faltaron en su humildad rasgos humorísticos, como éste de su juventud, en una carta a un amigo : "Aquí iba cuando me interrumpieron y tuve que parar dando un resoplido, como nunca se me había ocurrido darlo; efectivamente, que es una cosa dura de gastar tres cuartos de hora en escribir quince renglones. ¡ Cada día me convenzo más de que soy un asno bípedo". (b). (b) Escribía en inglés para perfeccionarse. (b) Epistolario Dr. Domínici, pág. 67.

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