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en el tiempo prescrito, se considera como que no han trabajado las dos horas, sino menos. ¿ ...... ? -La comida es escasa. La entran a la celda por una ventanilla, y durante la comida se hacen lecturas piadosas. Los ayunos son frecuentes y un día a la semana sólo toman pan y agua. ¿ ...... ? -Durante los días de invierno el frío llega a diez grados bajo cero, pero no se permite encen– der fuego. Cuando más me molestaba el frío era durante los oficios de la madrugada, en la capilla, pero soporté el invierno perfectamente. ¿ ...... ? -No se permite hablar ni alzar la vista del suelo. Cuando se tiene alguna necesidad de ex– presar, se escribe en un papel y se pone en la ventanilla en donde colocan el alimento. ¿ ...... ? -Sí, todo lo pude sobrellevar fácilmente, ex– cepto el trabajo manual de dos horas, que no me fué dado cumplir por mi debilidad de fuerzas físi– cas. ¿ ...... ? -Pasé allá nueve meses. Todo esto habló el Maestro con la sencillez de su alma purísima. Sus palabras volvían a nos– otros como cuando en no lejanos tiempos nos brin– daba desde su cátedra todo el caudal de su cien– cia. Y si ahora el sufrimiento ha puesto en su sonrisa el sello de una mística aureola, no por eso acogemos sus frases con menos entusiasmo, por– que ya como prosélito de una ciencia, o como con– vencido de una religión, siempre miramos en él un apóstol". (d) (d) Dr. Jesús Rafael Rísquez. - El Tiempo. - Caracas, 24-4-1!)09. "Una visita al Dr. Hernández. - Impresiones". -135-

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