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éstos se prohibe a los sacerdotes el ejerc1c10 activo y pú– blico de la medicina. En el número de "La Religión", corres– pondiente al 27 de abril de 1909, encontramos unas líneas de JOSE GREGORIO, que copiamos: "M A N I F E S T A C I O N: Con el alma presa de la más viva emoción, me dirijo hoy a la distiguida sociedad de Caracas, par'a manifestarle la profunda gratitud que sien– to por las demostraciones de simpatía y afecto que de ella he recibido, tanto a mi ida a la Car– tuja, como a mi vuelta a esta Ciudad. En parti– cular quiero publicar mi agradecimiento para con el Sr. General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, por las benévolas frases de bienve– nida que se sirvió dirigirme; para con el Ilustrí– simo Sr. Arzobispo de Caracas y Venezuela, por su afectuosa dignación en recibirme en el Semi– nario Metropolitano ; para con el Sr. Presbítero Dr. Nicolás Navarro, Rector de ese Instituto, por la exquisita bondad con que ha querido tomarse el trabajo de iniciarme en los arcanos del minis– terio sacerdotal; y para con la ilustrada prensa de la Capital y del resto de la República por los honrosos conceptos que ha tenido para conmigo. En atención a las reglas canónicas que prohi– ben el ejercicio de la medicina a los que abrazan el estado eclesiástico, debo apartarme en absoluto de dicha profesión, para obedecer en todo a las prescripciones de la Santa Madre Iglesia, y doy las gracias de todo corazón a aquellas personas que quisieron honrarme con su confianza al ele– girme para su médico en los tiempos pasados. Caracas, abril 27 de 1909. José Gregario Hernández." ( c). (e) "La Rl•ligión", 27 dP abril de l!)O!l. t:\O

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