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funda; luego en el ejercicio de la medicina, en er que la ciencia y la caridad se daban el ósculo de paz. Ahora Dios ha querido que venga a nuestro Seminario, habiendo dado una vuelta por la Car– tuja. Dios lo quiso así, y así es como conviene. El Dr. Hernández ha fortificado su espíritu en la penitencia, en la austeridad rayana al sacrificio. Dice que ha vivido entre santos ... "He sido en mi Patria médico de los cuerpos, Dios quiere que ahora sea médico de las almas", así dijo a los primeros compatriotas con los cua– les se encontró en el "Cittá di Torino" al zarpar éste de Trinidad .... " (a) . 4.-En otro suelto del mismo periódico: "El Seminario Mayor ha sido en estos días cen– tro de peregrinación: casi toda la sociedad de Ca-– racas, desde lo más humilde hasta lo más califi– cado en representación social, ha desfilado por su sala de recibo, a congratularse con el Dr. José Gregorio Hernández por su regreso a la Patria. Y allá está, en nuestro Seminario Mayor, ni más ni menos que otro cualquiera de los semi– naristas, bajo la dirección del Dr. Navarro, ins– truyéndose, como €1 mismo dice, en los arcanos. del ministerio sacerdotal, dando con ello un alto ejemplo de un carácter superior, al propio tiem– po que de una humildad profunda. Un f'ntendi– miento vulgar habría conceptuado indecoroso, por humillante, venir a su propio país, donde ocupara un lugar prominente en la sociedad, a someterse a la disciplina de un establecimiento de educación eclesiástica. Pero el hecho ha resultado todo lo (a) "La Religión", 24 de abril de 1909. - 12X --