BCCCAP00000000000000000000964
Del cariño que se le profesaba en la Cartuja nos dan testimonio las. cartas que recibió, de las que extractamos algunos párrafos : Fr. J ean Louis Luccini: "Yo le recuerdo a usted a menudo. Su apacible carácter y humilde comedimiento me edificaba mucho ... " D . Gonzalve Paquin : "Muy querido Don Marcelo: Nos dicen las Santas Escrituras que como el Patriarca J acob supiese que José, el hijo de sus lágrimas vivía aún, "revivió su espíritu. . . Me contento, si es que aún vive mi hijo: iré y lo veré antes de mo– rir". Ultimamente he tenido la dicha de recibir noticias de usted. Su partida me había causado gran pena, y por mucho tiempo su recuerdo me ha sonado al corazón como una triste campanada. Perdone a mi afecto; pero una vez que le conocí y le quise, no puedo ya olvidarle. Después de 1908, han sido muchos los pasos infructuosos que he dado para encontrarle de nuevo: cartas a Ca– racas, a París, todo ha sido inútil. Así, con cuánto gozo he sabido que usted sigue sus estudios teo– lógicos en el Colegio Pío Americano con el pro– pósito de prepararse el honor insigne que el buen Dios le reserva como a uno de sus hijos muy amados. . . Seguramente no habrá olvidado con qué entusiasmo trabajamos juntos para aprender nuestro primer responsorio: "Si quis mihi minis– traverit, honorificabit eum pater meus". Por fin, después de tres semanas de lucha y de esfuerzos, logramos vencerlo. En sus confidencias íntimas, usted me reveló varios pormenores de su vida que me interesaron sobremanera, desde la lectura de la Vida de Jesucristo por Didon hasta los sufri– mientos morales de los últimos días. Nuestra con– fianza fué recíproca. ¿ Qué ha sido de usted desde - 119-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz