BCCCAP00000000000000000000964
llendum Domino assurgunt (Lib. 1, cap. 25)". (Cómo se levantan todas las noches a cantar las alabanzas del Señor ... ) Así conocí yo a la Car– tuja y me decidí abrazar su género de vida". Una de las cartas más interesantes de la Cartuja es la de fr. Longin Ray, qué nos aporta datos interesantes, algunos completamente ocultos si no hubiera sido por la gracia de la memoria de este viejecito: " ... de talla un poco más que mediana, muy delgado; mas no guardo recuerdo alguno de hechos precisos sobre sus virtudes. Como nunca nos ad– virtió que sería algún día candidato a la Canoni– zación; no tuvimos cuidado de tomar datos y notas en el noviciado. . . Era un buen novicio, sin nada de extraordinario, pero al parecer muy amante de su vocación. Razón por la cual, su salida nos sorprendió en extremo. Por eso los comentarios en tiempo de recreo y asueto fue– ron muchos; al punto que Don Etiénne (Maes– tro de Novicios) nos prohibió hacer comentarios en lo futuro acerca de la salida de los novicios. Recuerdo que Don Jean Louis Luccini (ex S. J., antiguo Superior de la Gran Seminario de Man– galore (India) muerto siendo prior de Trisulte) se mostraba especialmente extrañado de su sa– lida. Me contaba que en uno de los recreos que precedieron a su partida, habían hablado sobre la vida de los Cartujos, y que Don Marcelo se había mostrado muy entusiasmado con su vo– cación. . . Jamás, que yo sepa, tuvo dificultad con ninguno: era de un carácter ante todo suave. 14. - ... Si el buen señor era un gran médico y una autoridad en bacteriología, no tenía la misma disposición para la vida práctica. Un día <lió un gran susto a nuestros obreros que trabajaban la viña un poco más arriba de su celda. A la ca– beza de todos ellos, gritando "¡ fuego, fuego!'' -117-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz