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CAPITULO IV Vida profesional. - Prestigio creciente de Hemández. - Su índole clínica. - La conciencia y la caridad. - Contra el mercantilismo. - El Médico de los pobres. Habíamos oído decir que fué la primera idea de José Gregorio Hernández dedicarse al estudio del Derecho. Un miembro de la familia nos ha ratificado esta información, agregando que apenas hubo su padre insinuado la opinión de que el joven debiera de alistarse en las filas de la Me– dicina, éste, por dócil acatamiento, convino al punto en atem– perarse al que desde allí consideró mejor parecer, de su pro– genitor. Indudablemente, su padre le conocía a fondo, sus incli– naciones, su carácter, sus hábitos internos y traspasándole s 1 1 comprensión, veía bien claro y lejos al través de las bru– mas del tiempo; no, así, por impulso rahez de lucro fué por lo que quisiera disuadirle de c;xquel su prístino designio con– cebido, designio que en realidad no cifraba sino una deci– sión aparente y equívoca. Si es cierto que el trabajo ulte– rior y la energía de la voluntad, según observa d'Alembert, pueden mucho aun para obtener suceso completo en una ciencia a la cual se haya consagrado alguien sin franca afi– ,:,ón inicial; si lo es también que Dios galardona con sensi– f ,le largueza la rendida obsecuencia de los buenos hijos, que ponen en los quereres de sus padres algo más que pu-