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86 DR. J. M. NUÑEZ PONTE del aceite de chaulmoogra; selectísimo trabajo leído ante la Academia el 13 de junio de 1918, y acerca del cual comen– taron el doctor Francisco A. Rísquez y el doctor Rafael Gon– zález Rincones, disecípulo también de Hernández. El doctor Rísquez dijo: "He oído con mucho interés el trabajo del doc– tor Hernández y lo felicito por haber emprendido una obra que puede llegar a felices resultados, dada la base científi– ca en que se apoya y las importantes conclusiones a que lle– ga en su experimentación". El doctor González Rincones: "Fe– licito sinceramente al autor de esta comunicación, pues el aco– pio de datos experimentales que nos presenta y las esperan– zas que deja entrever la narración de sus casos clínicos, son más que suficientes para considerar este trabajo como muy importante". Volvamos a citar al esclarecido doctor Dominici: En la "Elegía del doctor José Gregario Hernández en el vigésimo quinto aniversario de su muerte", juzga el opúscu– lo "De la Bilharziosis en Caracas" como "el primer grito de alarma por la frecuencia de la tremenda infición entre nos– otros. Del minucioso estudio de los huevos hallados en las he– ces de sus siete enfermos, deduce el autor que el parásito de la Bilharziosis de nuestro país pertenece "a la variedad de Bilharzia hematobia denominada Schistosomum Mansoni, o a alguna muy próxima a ésta, que podríamos llamar Schistoso– mum americanum"; en cuya denominación coincide con la apinión expresada casi al mismo tiempo por Pirajá da Silva en el Brasil". Por encima de todas está la citada obra Elementos de Becteriología, compendio formal de sus cursos, y la cual ca– racteriza su discípulo y nuestro, el doctor Temístocles Carva– llo, así: "prodigio de claridad y concisión, obra eminentemen-