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74 DR. J. JII. NUÑEZ PONTE El Gobierno Nacional, a la sazón presidido por el doc– tor Andueza Palacio, conocedor de las magníficas notas ob– tenidas por el joven Hernández en las Universidades europeas, y preparándole ya su puesto, le confió para su regreso a Ve– nezuela el encargo de traer los instrumentos, aparatos y en– seres necesarios al Laboratorio Nacional. Ya se compren– derá con cuán minuciosa solicitud y honradez escogería Her– nández aquella adecuada provisión, que aparejaba la prác– tica de sus estudios especiales y el mayor éxito de su fu– turo profesorado. "Pronto como estoy a realizar el objeto primordial de esta misión, --escribe él mismo al Ministro de Instrucción Pú– blica~ es decir: la introducción en nuestro país de los es– tudios que constituyen el principal orgullo de la ciencia mo– derna, me apresuro a enviar a Ud. la lista de los aparatos e instrumentos necesarios para la fundación del Laborato– rio de Fisiología Experimental de la ilustre Universidad Cen– tral de Venezuela. Presa de la mayor emoción, señor Mi– nistro, contemplo este gran acontecimiento para nuestro país, de la creación de un instituto que estará al nivel de los más adelantados del mundo científico, puesto que será una co– pia exacta del mismo Laboratorio de la Facultad de Medi– cina de París". Por su parte, el Ministro, Don Eduardo Blan– co, ponderaba al Congreso el haber hecho cargo de la di– rección del Laboratorio y las cátedras experimentales que en él se daban, al Doctor Hernández, "especialista aprove– chado que perfeccionó sus estudios en Europa para genera– lizarlos luego entre sus compatriotas". Ahí empieza, en realidad, una éra de reforma, la más trascendental y benéfica para nuestra Medicina: fue todo un