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DR. JOSE GREGORIO HERNANDEZ 245 la ciudad de Tours, calificado de taumaturgo a causa de su fe y sus métodos. Semanas después acertó a pasar por ahí el anterior mé– dico, precisamente al punto en que la señora vecina se di– rigía a visitar a su amiga la enferma; y como el doctor le preguntase cómo se hallaba ésta, invitóle a entrar y verla, tras lo cual, convencido de la acentuada mejora, feliz au– gurio de pronta curación, lograda por la homeopatía, al des– pedirse dió franco testimonio a la eficacia del similia similibus curantur con esta aguda ocurrencia: "Si con agüitas se está curando, que las agüitas siga tomando". El acaudalado cuanto humanitario John Rockeffeller, abuelo del en Caracas tan conocido Nelson, no usaba en sus dolencias ordinarias sino remedios caseros, y para los males más serios tenía su médico especial, un homeópata.