BCCCAP00000000000000000000963
232 DR. J. M. NUÑEZ PONTE "Y estrella era él de nuestro cielo y procera flor de nuestra tierra. Estrella vestida de sabiduría que brotaba a raudales de sus labios y de su pluma. Y flor de santidad cristiana, cuyo aroma emanaba en edificantes efluvios de toda su persona, como de puro vaso de alabastro el perfume acendrado de maravillosa esencia. "Porque era estrella de sabiduría, la Ciencia y el Arte se ataviaron en su muerte de fúnebres arreos, y porque era flor de santidad, y la santidad es más belleza que toda be– lleza terrestre, y más amor que todo amor humano, los jar– dines del Avila deshojaron toda su opulencia sobre su ataúd; y el pueblo de Caracas bendijo su nombre con voz de dolor y canto de gemido, y trémulo de emoción llevó sobre los hombros el dulce peso de sus despojos mortales en la más imponente y sublime manifestación de gratitud y de fe. " ... aún no se ha extinguido en los aires el eco geme– bundo de la insólita apoteosis; y al Rvmo. Pontífice de la Iglesia Arquidiocesana se ha unido hoy en afectuosa emu– lación de piedad católica, toda la sociedad de Caracas, para orar por el alma de ese muerto inolvidable, y adorar a Dios, que se complació en hacer en el Dr. José Gregario Hernán– des la más hermosa manifestación de los prodigiosos caris– mas de su gracia". Corrida la triste nueva por todo el ámbito de la nación, allí mismo vinieron las participaciones de los Gobiernos Sec– cionales, de las ciudades y pueblos, en especial del Estado Trujillo, de que era Hernández hijo ilustre, de su pintoresca aldehuela nativa, de los periódicos locales y de los institutos así privados como públicos, que se emulaban en los obse– quios al malogrado y no bien llorado varón.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz