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Vol. 23, N. ˚ 1. pp. 98-126, enero-junio de 2018 102 F R O N T E R A S d e l a H I S T O R I A ¿Antojos de la imaginación o visiones celestiales? […] he sabido de cierto que algunos predicadores se han excusado de predicar de este título glorioso, aunque muchas veces y en poblaciones muchas se lo han pedido, porque no les ha ocurrido (como ellos mismos lo han confesado) cosa alguna que puedan decir de María Santísima como mística Pastora de las Almas. Yo, sabiendo esto, he determinado escribir este libro no para enseñar, que eso fuera en mi insuficiencia temeridad muy loca; sí para abrir el camino, para dar fundamento, para prevenir motivos sobre los cuales los predicadores discurran y así se le haga más fácil el predicar el título de Pastora. ( La mejor Pastora , “Prólogo al lector” s. p.) Es importante destacar que, si bien en el libro de 1705 el capuchino re- fiere que el origen de la imagen fue una idea 5 para obtener mejores frutos en la predicación —dejando lugar a las interpretaciones aparicionistas o ligadas al conocimiento infuso—, en La mejor Pastora Assumpta quedó disuelta la con- troversia pues el propio fray Isidoro escribió, nuevamente en tercera persona: Se puso a discurrir el predicador qué imagen de María Santísima pon- dría en pendón para que fuese públicamente de todos venerada. Y quiso Dios que le ocurriese (sin haber aquí más que una mera y sencilla ocu- rrencia) el pintar a María Santísima con el traje y vestido de Pastora, fundado en que siendo su Majestad verdadera y perfectísima imitadora de su Hijo, al modo que el Hijo era buen Pastor de los hombres como el mismo Señor lo dijo […], así la Soberana Madre era Pastora buena de las almas y de toda la Iglesia […]. Con esta resolución, se fue a un pintor excelentísimo. Le pidió que le pintara la referida imagen; le dio la idea, el modelo, traza y traje que había de tener. Lo ejecutó el pintor y sacó una imagen tan peregrina, tan bella y hermosa, y por el traje tan tierna, que pasma a quien la mira, y al tiempo mismo, le enternece el corazón y le aviva la devoción y el afecto. ( La mejor Pastora 519) Para entender la complejidad que supone el estudio de la Divina Pastora, hemos de atender a la ontología capuchina, a los pocos datos biográficos que 5 Según Covarrubias, la idea “vale tanto como un ejemplar eterno, perpetuo e inmutable de cada una cosa de todas las que la naturaleza acá produce, esto según la opinión de Platón y su secta, a la cual se opone Aristóteles y su escuela, y los unos y los otros anduvieron alucinando, pues no hay otra idea que Dios de cual todas las cosas tuvieron principio y ser y están en él más perfectamente que en sí mismas […] También llamamos idea la imaginación que trazamos en nuestro entendimiento” (496). 08 Rev FRONTERAS DE LA HISTORIA 23-1_AHernandezS.indd 102 2/27/18 11:35 AM
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