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Vol. 23, N. ˚ 1. pp. 98-126, enero-junio de 2018 100 F R O N T E R A S d e l a H I S T O R I A ¿Antojos de la imaginación o visiones celestiales? del Rebaño de María, cobijada bajo la nueva advocación (Mejías). La imagen gozó de una excelente acogida entre los pobladores del lugar, entre otras razo- nes, porque la representación de la Virgen en traje de pastora resultó innovadora frente al imaginario devocional del siglo anterior basado en el memento mori . No obstante “el apoyo popular que recibió la imagen”, la labor de fray Isidoro se enfrentó a “una incipiente oposición por parte de las autoridades eclesiásticas y de los superiores de la orden capuchina” (Montes, “La Divina Pastora” 101). Al parecer, la oposición se gestó a partir del título de la advocación, pues el hecho de otorgarle estatus de divinidad a la madre de Dios resultaba un error teológico dentro del cristianismo, de ahí que actualmente la advocación sea conocida canónicamente —aunque no así en el sentido popular— como la Madre de Buen / Divino Pastor. No cabe duda de que aquella “incipiente oposición” persiguió al capuchino durante el resto de su vida, pues se sabe que durante sus exequias un fraile llamado Miguel de Zalamea explicó que Isidoro negaba constantemente la versión de la visión mariana, en estos términos: Aunque algunos han querido decir que se le apareció María Santísima en traje de pastora […] no puedo aprobar yo estas voces, lo que hubo aquí, según le oí […] no fue más que una piadosa ocurrencia; si bien es verdad que me aseguró que la había tenido por inspiración divina. (Cruces 990) Para defender y explicar la advocación de la Divina Pastora en 1705, dos años después del memorable rosario público donde se mostró aquella imagen, fray Isidoro publicó La Pastora Coronada, idea discursiva y predicable , donde disertó sobre “la doctrina teológica que sostiene su advocación”, para luego ins- truir a los devotos “en el rezo de la corona y su aprovechamiento” (Galbarro, “La ‘idea discursiva’” LXXVIII). La obra fue impresa en 8.º, claramente para ser transportada y consultada consuetudinariamente, pero, no obstante su impor- tancia para comprender el génesis de esta nueva manifestación religiosa, son escasos los ejemplares existentes 4 . En La Pastora Coronada , Isidoro de Sevilla consciente. Y es que, en palabras del capuchino fray Juan Jesús Linares Fernández, “la iconografía [de la Divina Pastora] no surge de un sentimiento nebuloso o desconectado de la realidad, sino de una experiencia pastoral popular y misionera” (6). 4 El título de la obra es La Pastora Coronada, idea discursiva y predicable en que se propone María Santissima nuestra Señora, Pastora universal de todas la Criaturas, venerada en su Imagen de la Pastora y fue publicada en Sevilla por Francisco de Leefdael en 1705. Aprovecho la llamada para indicar que en este artículo las citas del texto provienen de la edición modernizada al cuidado de 08 Rev FRONTERAS DE LA HISTORIA 23-1_AHernandezS.indd 100 2/27/18 11:35 AM

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