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Vol. 23, N. ˚ 1. pp. 98-126, enero-junio de 2018 119 F R O N T E R A S d e l a H I S T O R I A Anel Hernández Sotelo El fundador de El Adalid Seráfico sustentó sus dichos en “una tradición respetable, jamás interrumpida desde los días de aquel venerable religioso”, a lo que añadió que la Virgen misma encargó a Isidoro de Sevilla que diera a co- nocer su imagen en traje de pastora, predicándola “como Pastora de las almas que componen la mística grey del Buen Pastor, Cristo Jesús, el cual la confió a los desvelos y solicitud de su tierna Madre, momentos antes de morir” (Va- lencina, “La Divina” 99-100). Como respuesta a este encargo, Isidoro solicitó al pintor “Alonso de Tobar [sic]” la realización de un lienzo con la imagen. Este fue llevado procesionalmente por las calles de Sevilla el 8 de septiembre de 1703, desde la iglesia parroquial de San Gil hasta la Alameda de Hércules. El capuchino apunta que […] en medio de inmensas muchedumbres, que hacían resonar los aires con sus vítores […] a la Divina Pastora de las almas, [fray Isidoro] la co- locó bajo las ramas de los árboles, y a sus pies predicó conmovido […] las glorias de María, invocada como Pastora. (Valencina, “La Divina” 101) Ante el júbilo de las masas, el fraile decidió crear una hermandad para promover la advocación y, con una celeridad inusual, logró en quince días que la erección de la hermandad fuera aprobada por el ordinario diocesano, “y poco después por la Santa Sede Apostólica”. La hermandad quedó canónicamente establecida en la parroquia de San Gil el 23 de septiembre de 1703 y su “santo fundador” pidió al escultor “Bernardo Gijón” que realizara una efigie de la Di- vina Pastora que más tarde fue trasladada a la iglesia de Santa Marina, debido a que en San Gil no se halló sitió para la colocación de la monumental obra, así como por el rápido crecimiento en el número de integrantes de la hermandad (Valencina, “La Divina” 99-100) 17 . Uno de los documentos utilizados por Valencina para realizar su artículo fue la crónica manuscrita del convento de Sevilla, llamada por el autor “libro 17 Cabe destacar que en el sitio web oficial de la hermandad fundada por Isidoro de Sevilla se lee que el imaginero que realizó la efigie fue Francisco Antonio Ruiz de Gijón y no Bernardo Gijón ( Divina Pastora y Santa Marina ). Juan Bautista Martín Vera, especialista en el estudio de la pro- ducción artística de Francisco Antonio Ruiz Gijón—sin la preposición “de”—, afirma que la talla de la Divina Pastora de Santa Marina se debió a este imaginero originario de Utrera, Sevilla. El programa escultórico de la Divina Pastora fue la última obra realizada por Ruiz Gijón y es posible que el autor haya trabajado en la efigie entre 1693, cuando sufrió una fuerte enfermedad, y 1704, año en el que la información sobre su vida es escasísima (Martín). 08 Rev FRONTERAS DE LA HISTORIA 23-1_AHernandezS.indd 119 2/27/18 11:35 AM

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