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Vol. 23, N. ˚ 1. pp. 98-126, enero-junio de 2018 114 F R O N T E R A S d e l a H I S T O R I A ¿Antojos de la imaginación o visiones celestiales? natal, después de más de una década, y estuvo adscrito al convento sevillano hasta 1700, cuando fue enviado nuevamente al cenobio gaditano, luego de que en el capítulo celebrado en Sevilla el 15 de octubre de 1700 su mentor, José de Lucena, recibiera el cargo de ministro de la provincia capuchina de la Inmacu- lada Concepción de Andalucía (Valencina, Reseña histórica IV: 410). Nuevamente fray Isidoro participó en los rosarios públicos gaditanos, colaborando en los programas apostólicos que entonces dirigía otro discípulo de Pablo de Cádiz: el capuchino Feliciano de Sevilla. La inf luencia de Mi- guel Mañara en fray Isidoro y de este en Feliciano de Sevilla fue el origen de la creación en Cádiz de “un hospital para pobres tomando como modelo el de la Santa Caridad de Sevilla” (Valiente, “La Pastora Coronada” XXIV). La vincu- lación apostólica entre los dos capuchinos se hizo aún más estrecha luego de que, tras la muerte de Carlos II, iniciara la guerra de Sucesión, gracias a la cual la dinastía de Borbón se hizo del poder de los reinos y virreinatos españoles 12 . En 1702 Felipe V, nieto de Luis XIV de Francia y esposo de María Luisa de Saboya, decidió viajar a Italia para consolidar su proclamación como rey de España frente al Sacro Imperio Romano Germánico y negociar con Clemente XI su investidura como rey de Nápoles. El papa se negó a pactar con el rey, temeroso de las reacciones de Leopoldo I de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio que luchaba por obtener la corona española para su hijo Carlos. En el norte de Italia inició, entonces, un conf licto bélico entre las tropas hispa- nofrancesas y las imperiales, que se desplazó territorialmente a las costas de Cádiz entre los meses de agosto y septiembre de 1702. 12 Desde la perspectiva historiográfica reduccionista, se ha afirmado que el inicio de esta guerra se debió a la falta de descendencia de Carlos II, muerto el 1. o de noviembre de 1700. Sin embargo, las monarquías europeas discutían las estrategias mediante las cuales podían hacerse de los reinos españoles desde los últimos años del reinado de Felipe IV. Este, previendo las tensiones políticas que heredaba a su sucesor, determinó poco antes de su muerte la creación de la Junta de Gobierno, compuesta por cinco ministros de su confianza, para que sirvieran como asesores de la regencia conferida a Mariana de Austria, su esposa, hasta que Carlos II alcanzara los catorce años. En 1665 Carlos II asumió el poder, aunque nunca lo ejerció, debido a sus padecimientos físicos y genéticos. Fueron los miembros de la Junta de Gobierno quienes de facto ostentaron el poder monárquico, utilizando la triste figura del rey para sus propios intereses. La Junta se vio obligada a enfrentar el golpe de Estado que en 1669 encabezó Juan José de Austria, hijo ilegítimo de Felipe IV, por medio del cual pudo dirigir el gobierno entre 1677 y 1679, cuando murió en extrañas condiciones. A estas circunstancias hay que añadir los históricos conflictos entre Castilla y Cataluña. Este panorama resultó propicio para que las monarquías inglesa, francesa y austriaca iniciaran estrategias políticas que les permitieran apropiarse de los reinos españoles, al menos desde 1668 (Domínguez 209-236; Elliott La España 391-419, La rebelión de los catalanes ; López-Vela 195-298; Pérez 311-380). 08 Rev FRONTERAS DE LA HISTORIA 23-1_AHernandezS.indd 114 2/27/18 11:35 AM

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