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Clío, 2004, Nueva Época, vol. 4, núm. 32 124 La quinta parte de las Chronicas Capuchinas , traducidas en 1691 al castellano, trata de los acontecimientos y nombres memorables que van desde 1625 hasta 1634. En este último tomo se cuenta la vida de Fray Tomás de Trebiáno, una vida que refleja nuevamente la esencia ideológica de los capuchinos frente a los opuestos: Dios y el Diablo. Este hombre ingresa a la Congregación desde muy joven (no se dan fechas ni edades) y forma parte de las Chronicas porque es uno de los frailes que más revelaciones recibe por parte de Dios. Milagrosamente tiene visiones sobre la “Divina Revelacion”; sobre el significado de la Cruz; se le revela Cristo en el martirio de su Pasión y el sufrimiento de María en este mismo episodio. Además, el fraile está constantemente asediado por apariciones de Ángeles que le muestran la gloria de los Santos, las penas del Infierno y del Purgatorio. 36 En la revelación de las penas del Infierno, Marcelino de Pise escribe que Fray Tomás de Trebiáno Vió otra vez á Lutéro, y Calvino, dentro de uno como vaño de metal, todo penetrado de fuego, y que los demonios echavan por las bocas de los dos reos Heresiarcas plomo liquido, que penetrando hasta lo mas hondo de las entrañas les causavan el mas universal, y acervo dolor. Justo, y proporcionado castigo, que los que en esta vida inficionaron casi toda la Europa, dando á beber el mortal veneno de sus mentirosas doctrinas, bebiessen en el derretido metal su tormento mismo, participando despues a tanto como se ha perdido, y se pierden por seguir los errores, que dimanaron de aquellas contagiosas fuentes, en las vozes, y los escritos. 37 Este fragmento nos permite entrever que esta Orden que en sus Chronicas quiso engrandecer su origen y ensalzar “el nuevo tipo de hombre”, el más cercano a la perfección, tenía que contrarrestar ese peso de pulcritud con la crítica más severa, incluso con sus hermanos observantes y algunos dogmas propios de los siglos XVII y XVIII en plena cultura Barroca europea, que tras la suntuosidad y extremosidad cobijaba el ideal de conservar la esencia del orden establecido disfrazándolo con novedades superficiales. –––––––––––––– 36 Marcelino de Pise, fray, Quinta parte de las Chronicas de los Frayles Menores Capuchinos de N.S.P.S. Francisco , Traducidas por Josef de Madrid, en Madrid en la imprenta de Bernardo Villa-Diego (impresor de su Majestad), 1691, pp. 572-604. 37 Ibid., p. 591.

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