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Clío, 2004, Nueva Época, vol. 4, núm. 32 123 Es en la cuarta parte de las Chronicas donde se cuenta cómo fue que “empeçaron sus Religiosos [de la OFM Cap.] a coger en las Indias” en época ya muy tardía [1613]. 32 Según el relato los capuchinos de la provincia de París “se arrojaron animosamente a la peligrosa, y larga navegación de el Occeano [sic], después de la qual llegaron con felicidad a la America” donde arribaron a el Brasil, Provincia dilatada, y rica; cuyos agrestes habitadores, aunque entre si se abrasan en continuas hostilidades, hasta llegar a sustentarse unos de la humana carne de los otros, sin embargo con los estrangeros [sic] son apacibles en correspondiente genio a la amenidad de aquella Provincia 33 Supuestamente, estos capuchinos parisienses regresaron a su ciudad con seis indios “ya catequizados y deseosos de recibir el santo Bautismo en festiva publicidad” pero murieron tres al llegar a Paris. El Arzobispo de Paris bautizó a los indios en el día de San Juan y a la ceremonia asistieron las grandes personalidades de la época siendo los Reyes (no se dice quiénes) los padrinos de estos indios bautizados quienes al año siguiente volvieron a sus tierras natales y con su ejemplo y “sus instancias a la reducción” ayudaron en la conversión de sus compañeros. 34 Estos datos, quizá no exactos y bastante mitológicos, que arrojan las Chronicas nos dan una perspectiva de los alcances de una Orden muy joven que en menos de dos siglos pudo cruzar el Océano para realizar sus “reducciones” con los indígenas sudamericanos ya muy avanzadas las conquistas y colonizaciones del Nuevo Mundo. Se les compara con los jesuitas puesto que durante los siglos XVI y XVII trabajaron arduamente en las misiones y predicaciones en América, principalmente en Venezuela y Chile, y en el continente africano. En el siglo pasado, el padre Buenaventura de Carrocera, capuchino, se dedicó a desempolvar las crónicas capuchinas de su labor en América durante los siglos XVII y XVIII escritas en Venezuela, en la Guyana y en Cumaná. 35 –––––––––––––– 32 Marcelino de Pise, fray, Quarta parte de las Chronicas de los Frayles Menores Capuchinos de N.S.P.S. Francisco , Traducidas por Josef de Madrid, en Madrid en la imprenta de Bernardo Villa-Diego (impresor de su Majestad), 1690, p. 1. 33 Ibid. , pp. 2-3. 34 Ibid. , p. 3. 35 Buenaventura de Carrocera, padre, Los primeros Historiadores de las Misiones Capuchinas en Venezuela ; Misión de los Capuchinos en Cumaná ; Misión de los Capuchinos en Guayana; Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela, Caracas, 1964, 1968, 1976, respectivamente.

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