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Anel Hernández Sotelo / Doctos dicterios . Controversias escriturales... 55 del ingenio con el que Flandes defendía de los viciosos sistemas de los escépticos y los modernos atomistas y cartesianos “la antigua Phylosofia, canonizada de los Santos por muchos siglos”. 74 En el prólogo al lector de este segundo tomo, Luis de Flandes arre- mete contra un tal “Junquér, famoso Medico, y Quimico […] que si […] vive, tasadamente tendrá cinquenta años”. 75 Con mucha probabilidad Flandes se refería a Johann o John Juncker (1679-1759), médico alemán, estudioso del stalhianismo 76 e importante promotor de la medicina prác- tica. Sabemos que hacia 1717, Juncker abrió una clínica en Halle donde atendía enfermos de manera altruista, aplicando tratamientos práctico- experimentales a los pacientes y permitiendo que sus estudiantes de me- dicina realizaran diagnósticos y terapias. 77 Fruto de estas experiencias el médico alemán escribió diferentes tratados. Para el capuchino, la ciencia de su contemporáneo Juncker era una combinación vulgar que pretendía, con el estudio de los ácidos y los alcalinos, sanar “los venenos en los cuer- pos vivos”. Flandes opinaba que “con este Medico, y Quimico practico, les vá menos bien, ó igualmente mal” a los pacientes, pues la innovación de establecer un examen químico para conocer las enfermedades era, para el fraile, un disparate. El capuchino afirma que la ciencia moderna perseguía la producción de teorías y proposiciones engañosas, que sirvieran para desautorizar la sapiencia de los antiguos. Los escépticos, apunta, examinan audazmente la filosofía de los santos padres y los doctores de la Iglesia para reprobar sus escritos, pero no se dan cuenta que con esto sólo desconciertan al alma, “que buelve sus tres potencias al estado natural de la naturaleza 74 Flandes, El antiguo , tomo II , “Aprobacion del […] Padre Maestro Don Alexandro Aguado”. 75 Flandes, El antiguo , tomo II , “Prólogo al lector”. A menos que se indique lo contrario, a partir de ahora las citas provienen de este Prólogo. 76 Bajo este término se conoció la teoría del flogisto . Aunque el creador de esta teoría fue el físico y alquimista alemán Johann Joachim Becher (1635-1682), su difusión se debió principalmente al médico y químico también alemán, Georg Ernst Stahl (1660-1734). Según esta teoría, el flogisto es una sustancia que abandona un cuerpo al producirse la combustión. Véase Gribbin, Historia , p. 220. El flogisto fue interpretado como el alma, pues en el siglo XIX se entendía que la teoría de Stahl estaba basada en “funciones sometidas á leyes orgánicas, bajo la influencia del alma, que tiene ó no conciencia de su accion, y se opone a la descomposicion del cuerpo” según Chinchilla, Vade Mecum histórico , p. 23. 77 Broman, The transformation , pp. 62-63. Según el Diccionario de Medicina , p. 454, Juncker realizó diferentes experimentos médicos con la belladona.

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