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Enciclopedia del Trabajo Historiográfico Iberoamericano Tomo I Editorial Sagitario 327 convivencias de los frailes siempre se lleva a cabo ―permitiéndolo Dios‖, ―con permiso de Dios‖, ―queriéndolo Dios‖. 1035 Este dato es muy importante porque no se basa en creencias populares sino en una historia que forma parte de la Biblia: el libro de Job. En la historia que se cuenta, Satán y Yaveh tienen una plática en la que éste último ―presume‖ a Job como un hombre ―cabal, recto y que teme a Dios‖ pero Satán responde que Job es siervo tan ejemplar porque vive cómodamente, con grandes rebaños y muchas posesiones. Yaveh acepta el reto y responde a Satán: ―ahí tienes todos sus bienes en tus manos. Cuida sólo de no poner tu mano en él‖ [Job, 1, 12] Así Satán, con permiso de Dios, quita a Job sus bienes materiales, hace que sus rebaños mueran y que el siervo de Dios viva pesadumbres. Sin embargo, al siguiente encuentro de Yaveh con Satán, éste acepta que no pudo perder el alma de Job porque a pesar de las peripecias, éste siguió siendo un hombre ―cabal, recto, que teme a Dios‖. 1036 Este relato y la reproducción del mismo que realiza Boverio del modelo en el que Dios y el Diablo se mantienen comunicados expresa rotundamente que ―aún después de la expulsión del Cielo, fueron cordiales las relaciones entre el Señor y el rebelde‖ 1037 Las cuarta y quinta partes de las Chronicas, como hemos apuntado, fueron escritas por Fray Marcelino de Pise y traducidas por Fray Josef de Madrid a más de 40 años de distancia de los trabajos de Francisco Antonio Madrid Moncada. A pesar de esta discontinuidad temporal, Marcelino de Pise intentó llevar la misma tónica en la narración. En ambas continúa esta especie de colección hagiográfica con vidas milagrosas de frailes capuchinos. Es en la Quarta parte de las Chronicas donde se cuenta cómo fue que ―empe aron sus Religiosos [de la OFM Cap.] a coger en las Indias‖ en época ya muy tardía [1613]. 1038 Según el relato los capuchinos de la provincia de París ―se arrojaron animosamente a la peligrosa, y larga navegación de el Occeano [sic] , después de la qual llegaron con felicidad a la America‖ donde arribaron a el Brasil, Provincia dilatada, y rica; cuyos agrestes habitadores, aunque entre si se abrasan en continuas hostilidades, hasta llegar a sustentarse unos de la humana carne de los otros, sin embargo con los estrangeros [sic] son apacibles en correspondiente genio a la amenidad de aquella Provincia 1039 Supuestamente, estos capuchinos parisienses regresaron a su ciudad con seis indios ―ya catequizados y deseosos de recibir el santo Bautismo en festiva publicidad‖ pero murieron tres al llegar a Paris. El Arzobispo de Paris bautizó a los indios en el día de San Juan y a la ceremonia asistieron las grandes personalidades de la época siendo los Reyes [no se dice quiénes] los padrinos de estos indios bautizados quienes al año siguiente volvieron a sus tierras natales y con su ejemplo y ―sus instancias a la reducción‖ ayudaron en la conversión de sus compañeros. 1040 Estos datos, quizá no exactos y bastante mitológicos, que arrojan las Chronicas nos dan una perspectiva de los alcances de una Orden muy joven que en menos de dos siglos pudo cruzar el Océano para realizar sus ―reducciones‖ con los indígenas sudamericanos ya muy avanzadas las conquistas y colonizaciones del Nuevo Mundo. Se les compara con los jesuitas puesto que la última parte del siglo XVI y gran parte del siglo XVII trabajaron arduamente en las misiones y predicaciones en América, principalmente en Venezuela y Chile, y en el continente africano. En el siglo pasado, el padre Buenaventura de Carrocera, capuchino, se dedicó a estudiar la labor capuchina en América durante los siglos XVII y XVIII en Venezuela, en la Guyana y en Cumaná. 1041 La Quinta parte de las Chronicas Capuchinas , traducidas en 1691 al castellano trata de los acontecimientos y nombres memorables que van desde 1625 hasta 1634. En este último tomo se cuenta la 1035 BOVERIO de Salucio, Zacharias, Segunda parte de las Chronicas de los frailes Menores Capuchinos de N. S. P. Francisco , Traducidas por Francisco Antonio de Madrid Moncada (religioso de la misma orden), con privilegio en Madrid por Carlos Sánchez, 1646. BOVERIO de Salucio, Zacharias, Tercera parte de las Chronicas de los frailes Menores Capuchinos de N. S. P. Francisco, Traducidas por Francisco Antonio de Madrid Moncada (religioso de la misma orden), con privilegio en Madrid por Carlos Sánchez, 1647 1036 Biblia de Jerusalén , Op. Cit, Prólogo al libro de Job. Es interesante el análisis realizado por Leszer Kolakowski sobre este pasaje bíblico sosteniendo que Job tiene la función del ―liberador de Dios‖ pues la Iglesia enseña que el mal moral, ―a pesar de que Dios lo tolera, nunca es provocado por Él mismo‖ y en el caso de Job ―Dios está libre [de esta bondad incluso ilógica], puede respaldar a los infames y atormentar a los bondadosos, según su deseo o su capricho‖. Ver: Kalakowski, Leszer, ―Leibniz y Job: Metafísica del mal y experiencia del mal‖ en Letras Libres , Año V, No. 60, diciembre 2003, pp. 24-28. 1037 PAPINI, Giovanni, El Diablo , México, Alamah, 2002, p. 85 1038 PISE, Marcelino de, Quarta parte de las Chronicas de los Frayles Menores Capuchinos de N.S.P.S. Francisco, Traducidas por Josef de Madrid, en Madrid en la imprenta de Bernardo Villa-Diego [impresor de su Magestad], 1690, p. 1 1039 Ibíd., pp. 2-3 1040 Ibíd, p. 3 1041 P. Buenaventura de Carrocera, Los primeros Historiadores de las Misiones Capuchinas en Venezuela , Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela, Caracas, 1964. __________, Misión de los Capuchinos en Cumaná , Fuentes para...., Caracas, 1968 __________, Misión de los Capuchinos en Guayana , Fuentes para..., Caracas, 1976.
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