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Academia Mexicana de Literatura Moderna - Sociedad Académica de Historiadores Editorial Sagitario 314 acontecimientos eclesiásticos antes comentados. Fueron primero los alumbrados quienes, según Marcelino Menéndez Pelayo: Afirmaban que en el dexamiento o éxtasis se alcanzaba tal perfección, que los hombres no podían pecar mortal ni aun venialmente, y que dexado o alumbrado era libre y exento de toda potestad y no tenía que dar cuenta de sus actor ni al mismo Dios, puesto que se dexaba o entregaba a Él. De aquí deducían el quietismo absoluto, la ineficacia de los méritos propios, de la oración vocal, de los ayunos y abstinencias, de las obras de misericordia, de todos los actos exteriores de adoración. No tomaban agua bendita, ni se hincaban de rodillas, ni veneraban las imágenes, ni oían a los predicadores: llamaban a la hostia consagrada pedazo de massa ; a la cruz, un palo , y a las genflexiones, idolatría . [...] No inquirían ni escudriñaban cuidadosamente los secretos de la Sagrada Escritura, sino que esperaban que Dios se los revelase. Tenían por ilícito el juramento y por interesadas las peticiones del Pater Noster . Eran, en suma, más protestantes que los protestantes mismos, sobre todo si creemos a Santa Cruz, que les atribuye otros errores aún más peregrinos y radicales; hasta la negación del infierno. 978 Obviamente estos alumbrados fueron perseguidos por la Iglesia pues tal grado de dexamiento no contribuiría ni económica ni socialmente a recuperar la credibilidad de la Iglesia temerosa de este periodo, pero dejaron raíces fundamentales para la formación de otra ―secta mística‖: el quietismo. El quietismo fue un movimiento de renovación espiritual iniciado por el español Miguel de Molinos [1640-1696] quien estudiaría en el Colegio de San Pablo de los jesuitas y se ordenaría sacerdote hasta alcanzar el doctorado en Teología. En 1663 se traslada a Roma en calidad de postulador de una causa de beatificación y es ahí donde inicia el desarrollo de sus ideas místicas heterodoxas publicadas para 1675 bajo el título de Guía Espiritual , que apareció hasta en ocho ediciones en los siguientes diez años traducida al francés, holandés, inglés y alemán. 979 Semejante a los alumbrados, el molinosismo 980 , también llamado quietismo, postulaba que con la contemplación, seguida de los místicos mayores españoles, se lograba la unión con Dios gracias al método de la aniquilación, es decir, con la muerte mística, la oración de quietud, la suspensión de la palabra y del entendimiento. El Santo Oficio persiguió esta doctrina como herética e incluso Molinos se vio en la necesidad de redactar su Defensa a la contemplación [1679-1680] que no fue publicada sino años después. Una de las tesis más atacadas de la obra de Molinos ha pasado a la historia de este modo: La oración tierna y amorosa es sólo para los principiantes, que aún no pueden salir de la devoción sensible. Al contrario, la sequedad es indicio de que la parte sensible se va extinguiendo, y por lo tanto, buena señal [...] No llegará el alma a la paz interior si antes Dios no la purifica. Los ejercicios y mortificaciones no sirven para eso. El deber del alma consiste en no hacer nada proprio motu , sino someterse a cuanto Dios quiera imponerle. El espíritu ha de ser como un papel en blanco, donde Dios escriba lo que quiera[...] ―Las tentaciones –concluye Molinos- son una gran felicidad. El modo de rechazarlas es no hacer caso de ellas, porque la mayor de las tentaciones es no tenerlas‖ [...] En medio del recogimiento asaltarán al alma todos sus enemigos; pero el alma saldrá ilesa y triunfante con ponerse en las manos de Dios, hacer un acto de fe, separares de todo lo sensible y permanecer inactiva, retirada en la parte superior de sí misma, abismándose en la nada , como en su centro, y sin pensar en nada, y mucho menos en sí misma. Dios hará lo demás.[...] La nada es el camino más breve para llegar al soberano Bien, a la pureza del alma, a la contemplación perfecta y a la paz interior[...] En no considerar nada, en no desear nada, en no querer nada..., consiste la vida, el reposo y la alegría del alma, la unión amorosa y la transformación divina 981 Cabe señalar que la Guía Espiritual de Molinos fue aceptada al principio por teólogos eminentes e incluso por el mismo teólogo del Papa y que el autor tenía una fama ―irreprochable‖ en Roma. La censura de su obra no se debe pues a lo escrito en ella sino a unas cartas enviadas por el autor a diferentes colegas suyos. De esas cartas, según Abellán, fueron tomadas sus supuestas proposiciones heréticas por lo que es comprensible que su obra misma haya tenido la autorización canónica, retractándose después la Iglesia de los apoyos y admiraciones hacia el autor. 982 978 MENÉNDEZ Pelayo, Marcelino, Historia de los heterodoxos españoles , México, Porrúa, 1995, pp. 312-313 979 Enciclopedia Católica: http://www.enciclopediacatolica.com/ 980 José Luis Abellan, en su obra antes citada, define como ―molinosismo‖ a la doctrina de Miguel de Molinos mientras que ―molinismo‖ se refiere a la doctrina de Luis de Molina. 981 M. Menéndez Pelayo , Op. Cit ., p. 335 y 337 982 J. L. Abellán, Op. Cit ., pp. 264-280

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