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90 la virtud aparece cristiana. Por tanto, examínate lo primero, además de las cosas referidas en el antece– dente examen, si reprendes a tus hermanos con palabras de superioridad o poco respeto ... Si refieres o revelas a otro lo que te fué confiado en secreto... Si te burlas de alguno, o lo motejas y pones apodos, disfrutando en recrearte a costa de los demás .. Si desprecias la conversación de los inferiores, como que no sean de tu condición... Si te muestras esquivo con los defectuosos, como si te molestara... Si eres fácil para enojarte, ca– yendo en impaciencias con palabras ásperas, desentona– das y picantes... Si defiendes la fama de otros, cuando es lacerada, o más bien concurres a ofenderla, a lo menos animando al murmurador a que prosiga, mos– trando que tienes gusto en ello ... Si haces alguna cosa por desprecio de quien pueda tenerla a mal... Si te opones a los proyectos de alguno, procurando que no tengan efecto, por no verlo contento... Si te muestras huraño y hastiado huyendo con melancolía el trato de los demás y retirándote a la celda, para dar a entender que estás ofendido de alguno... Si haces el oficio de espía de las acciones de los otros ... y oyes, sin ser visto, lo que hablan los demás .... Si das respuestas ásperas y desabridas.... Ninguna cosa de éstas querrías ni bajo 111ingún otro concepto, de acusarse en particular de no haber aspirado a la perfección; lo cual a pesar de. todo no puede menos que recomendarse con eficacia como prác– tica altamente provechosa para fomentar el progreso espi– ritual del alma consagrada a Dios. Cuanto al dicho tan conocido "ef no ir adelante es volver atrás", se ha de entender, según San Bernardo, de la disposició111 habitual de la voluntad de no qiterer ir adelante.