BCCCAP00000000000000000000946

cristiana, Pero e7 mayor elag,'o y propaganda de loe ejercicios lo ha hecho Pio XI .en su Encfolica "Mens .Nostra" (20 dicíembi·e de 1929) sobre la práctica de Tos ejercicios espirituales y los medios de cuhí– varlos, promoverlos, fomentarlos. El P. Bérgamo, predicador cefosfsímo en toda la primera mitad de7sig1o xv111 es hoy bien conocido com,o escrí'tor en Italia y en otras much,as naciones rlonéle se han traducido .sus obras éle las que sólo mencionamos "La humildad del corazón' 7 , como clave y fundamento de todas Tas virtudes; "La ca- 1·idad fraterna", corona y perfeccÍón de la santidad; "Pensamientos y afectos sobre 7a Pasión de ]esu– crist:o", verdaderas m~d,tacion,es afectivas donde se aprende, sin darse cuenta, a pensa,·, a meclitar, a oraí•, a ejercitar el ent1md1'miento, 1a vol'untad y el corazó.n. De esta y oti·as obras, Benedicto XIV, tan parco y ceñidó en elogios, 7legó a decir: "el P. Bér– gdnio es de los fi•ocos escritores de nuestros días que han .sabido satisfacer y llenar e7 corazón y la inteligencia de sus' lectores, sin que 7a sol1'dez ele la doCtrina menoscabe en 11:ada 7a devoción, ni J.sta. a la ;nf:egridaél de aqué1la". Es lo que vemos en el áureo curso de ejeréicios espiritual es del capuchino retirado, de un m,érito tal que apenas se ha71a a otro que le aventaje; tan completo y rico, tan lleno y suplido, tan. variado y perfecto como difícilmente lo tendrán igual otras órdenes reli-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz