BCCCAP00000000000000000000946
83 dejar cosa alguna de este mundo, porque no tuvo en él aficiones desordenadas, y está por todas partes tan colmado de regocijo, que .le parece que el Paraíso le viene al encuentro para inundarlo con la dulzura de sus placeres. ¿Qué te parece de estas dos muertes tan diferentes? En tu mano está escoger la que entonces quisieras: si deseas morir como buen religioso, es necesario vivir como tal. No hay otro medio. Tu vida tibia o fervorosa, es la que tiene de hacerte amarga o dulce la muerte, Asómbrate de haber vivido hasta ahora con tanta dejadez y aturdimiento en tus deberes. Ruega a Dios que te asista para vivir de la manera que deseas morir. PUNTO 11 En el punto de la muerte, ¿de cuántas acciones te hallarás arrepentido? ¡Qué disgusto será aquel de no haber hecho lo que debía y podía hacerse! ¡Qué deses– peración la de no poder hacer ya aquello que no se quiso practicar a tiempo! ¡Oh Dios! ¡Qué pena al pen– sar que has vivido en la Religión tantos años con dictámenes del mundo! ¡Hallarse al fin de la vida, sin tener de Religioso otra cosa que el hábito! ¿Te ayudará en aquel trance Dios a quien has servido tan mal? ¿Te asistirá nuestro Padre san Francisco, al cual habrás hecho tan poco honor? Pondera, hermano, quien quiera que tú seas, pondera con seriedad estas cosas, y haz firme propósito de no hacer en adelante cosa alguna, de la cual pueda pesarte en la hora de la muerte; por lo contrario, procura prac"
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz