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82 .MEDITA:CION iII Sobre los sentimientos ,que se tendrán en ,el punto de la muerte. PUNTO 1 Represéntate acostado en la cama un Religioso, que olvidado de sus votos, ha vivido relajado en la regular observancia. Deshauciado de los médicos, y con la noticia de que se muere. ¡Oh, de qué temores se siente sobrecogido! ¡Remordimientos de conciencia que lo conturban! Ve presentes todos los desórdenes de su vida, y la cuenta que en breve tiene que dar en el Tri· bunal de Dios. Oprimido su corazón por el temor, con• fundido y desconcertado en las potencias del alma, lanza miradas a toda su vida ¿Dónde está el fruto de aquella libertad que se tomó para satisfacer sus pasiones? ¡Oh, si pudiese de nuevo comenzar su vida! ¡Oh, si pudiese volver atrás algún año, o siquiera algún mes! Confiesa haberse engañado, pero es muy tarde Más presto era necesario pensarlo. Por lo contrario, un Religioso que ha vivido pobre, casto, obediente, y como verdadero Capuchino en la observancia de sus Constituciones, ¡oh cuánto se con– suela al oír la nueva de su muerte! Resignado al querer de Dios; lleno de confianza en la divina voluntad se goza en el Señor al saber que se avecina el fin de sus trabajos, y el principio de aquella eterna vida que se le prometió cuando hizo su profesión. No le aflige el