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77 haces con indiferencia, y sólo por tu 11atural antipatía ... Míralo bien, estás obligado a la benevolencia común, esto es, a tratar con aquel Religioso como tratas comúnmente con los otros de la misma calidad... Si miras de .mala cara al otro de quien has recibido no sé qué disgusto... Si te alegrns de oír hablar mal de. él. .. Si querrías, que contra él fuesen todos de tu sentir ... Si te. pesa de que él sea agradable y bien recibido por los demás ... Estos son manifiestos indicios de que en tu corazón hay odio; y debes advertir, por tanto, cómo te llegas a .los Sacramentos. Examínate lo segundo, si fomentas entre los demás Religiosos aversiones, rencillas, discordias, facciones .. . Llevando acá y allá aquello que has visto y oído.. . Poniendo sombras, desconfianzas y sospechas... Y ad· yierte, que quien siembra discordias, es abominado de Dios, como un destruidor de la Comunidad y de la Religión, la cual sólo mira y camina a la unión de sus individuos ... Si con facilidad interpretas en mal sen– tido las operaciones de los demás ... Cuando no es ex– cusab.le la obra, débese a lo menos excusar la intención; y si ni aun esta se puede, se ha de tener compasión pensando en nuestras miserias, mayores que las de los otros. Si tienes envidia a quien es alabado, honrado y aplaudido y desempeña su oficio mejor que td ... Si hablas mal de alguno, descubriendo sus defectos a quien no los sabe... O exagerando los hechos si das ocasión a que se crea como verdad aquello que sola– mente es sospecha tuya ... La reputación de los Reli– giosos es mucho _más preciosa que la de los seglares,