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podrás hacer más actos de contrición; ni llegarte más a los Sacramentos, ni ganar indulgencias, nl' hacer actos de amor de Dios, o de oti-a virtud cualquiera; porque será acabado para ti todo. el tiempo. Si entonces has hecho bien, le llevarás contigo; y si no le has hecho, no podrás hacerlo ya. Ahora, pues, que tienes tiempo, procura aprovecharlo bien atendiendo a aquella perfección religiosa, a la cual estás obligado: porque de otra suerte será de grande amargura en aquel extremo trance, ver esas tres cosas: la vida pasada, de la cual tan poco te aprovechaste; lo presente de la agonía, que te servirá muy poco; y la Eternidad que te espera, en la cual 110 sabes lo que será de ti. EXAMEN PRACTICO Sobre la caridad con el prójimo. Así_ como la humildad es el fundamento de todas las virtudes, así la caridad es el vínculo de todas, que nos obliga a amar al prójimo por amor de Dios. Si no tuviese caridad, amando a todos mis prójimos, decía san Pablo, ¿de qué me sirve todo lo demás? Sin esta caridad, nada soy (1). Y por tanto, examínate lo pri– mero, si tienes odio, o aversión a alguno de tus pró– jimos ... Fácil es que en esto te engañes, y que el engaño sea en cosa notable. Mira si andas huyendo de algún Religioso de los de la Comunidad. Si no quieres conversar ni hablar con él; y dices que lo (r) Sí charitatcm non habuero, nihil sum. (I C. r3,-2).
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