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DIA TERCERO ME,DITACION :PRIMERA Sobre la muerte. PUNTO I Morir, no es otra cosa, que salir el alma de este cuerpo, y de este mundo; y un dejarlo todo, para ir a otra región, que será bien diferente de ésta, y en la cual nada valdrá aquello que tanto aquí se estima. Por esto, en el momento que yo moriré, para mf será lle– gado el fin del mundo, porque el mundo y todas sus cosas serán para mí como si no fueran. En aquella hora todo se me volverá de arriba a abajo, y se desvanecerá ante mis ojos como una sombra. Los estudios, los hono– res, las comodidades, las amistades, las conversaciones y pasatiempos, en los cuales hallo ahora tanta compla– cencia, en aquel punto me parecerán fantasmas e ilu– siones. Y es ciertísimo, que pronto me he de ver en aquel punto, por decreto infalible de la Justicia de Dios. Vendrá, pues, muy en breve aquel día, en el cual estaré vivo por la mafiana, y no por la tarde. Me encerrarán en un féretro, me llevarán a la iglesia, me

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