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son los que en realidad me conocen, los que dicen verdad y aun hablan mucho menos de lo que hay, por– que toda mi malicia no es bien conocida por ellos. Estoy muy obligado a Dios por haberme sufrido hasta el presente; pero el beneficio mayor que conozco haber recibido de su Majestad, es éste: que ahora me concede grácia de detestar mi vida pasada, con deseo de comenzar una nueva y mejor. De esta gracia espero, que dependa mi eterna salud. ¡Oh, Misericordia divina! Yo he peleado hasta ahora contra Vos, añadiendo pecados a pecados; pero Vos, Señor, habéis sido más fuerte que yo, añadiendo bene· fidos a beneficios. Yo me rindo a vuestras amorosas violencias, y 110 quiero ser más lo que he sido hasta el presente. Desde ahora, ésta será mi jaculatoria más frecuente: Da milzi, Domine f esu, cor contrltum et humi– liatum,- dadme, Señor Jesús, un corazón. contritó y humillado; porque con. Ja gracia del corazón contrito, aseguro la vida pasada, y con la gracia del corazón humillado me aseguro para el porvenir.