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garlos de una manera tan espantosa en el tiempo y en la eternidad, por sólo el pecado mortal? Me turbo con pensarlo v me entristezco cuando oigo decir que viene una guerra o hay peligro de peste. ¡Oh cuán ciega estás, alma mía! ¿Qué tienen que ver todos los males de este y del otro mundo en comparación del pecado? Esto sólo debería arrancarme lágrimas de los ojos y suspiros del corazón. ¿Qué significan, pues, estos ojos míos tan secos, y este mi corazón tan insen– sible? Que yo no conozco la gravedad de este mal. Ayudadme para que la conozca, Dios mío, y para que la deteste, con firme resolución de preferir cualquier género de males antes que volveros a ofender. EXAM~N PRACTJJCO Sobre la virtud de la humildad, La humildad es una virtud que reprime el deseo de honra, e inclina al hombre a formar un bajo concepto de sí mismo, por. el conocimiento que tiene de sus pro– pias miserias. La humildad es. el fundamento de las demás virtudes mor·ales; y quien carece de ésta, no podrá proseguir en la Religión sin un desenlace escan– daloso y desdichado, así como por falta de humi.ldad ni aun Lucifer pudo perseverar en el cielo. Pecó éste por la soberbia, no queriendo sujetarse a Dios; y buscando atraer también a su partido los demás espíritus angé• licos, llenó de facciones y discordias el mismo Paraíso. Por tanto, examina, en primer lugar, si reina en tu