BCCCAP00000000000000000000946

DIA SEGUNDO MEDITACION PRIMERA Sobre el pecado mortal. PUNTO I Fueron criados los ángeles para el mismo fin de ser– vir a Dios, y porque rehusaron servirle, pecaron y fueron inmediatamente precipitados al infierno, sin dar· les tiempo ni auxilios para el arrepentimiento. Cierta– mente eran ellos la obra más hermosa de la omnipoten• cia de Dios, y consistiendo toda su culpa en un pecado de pensamiento, no les quiso sufrir ni un solo instante. ¿Cuál será, pues, el odio que tendréis, oh Dios mío, al pecado, si por uno solo castigasteis a tantos y tan ilus– tres personajes del cielo? Yo he cometido, no un solo pecado, sino innumera– bles de pensamiento, palabra y obra; y es ciertísimo que al primero que c'ometí reclamaba vuestra justicia que me hubieseis hecho morir de muerte súbita, lan– zándome al infierno, para pagar en él la pena por toda la eternidad; ni pudiera quejarme, porque si tratasteis con tanto rigor a los ángeles que eran nobilísimos espíritus, ¿cuánta menor atención me debíais a mí,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz