BCCCAP00000000000000000000946
50 Basta en una forma general que sólo> la entienda uno' mismo). Primeramente elijo a la Santísima Virgen por pro..; tectora de mi vida, y en todos los obsequios que le ofrezca, entiendo y quiero rogarla que Ella me asista y conduzca a mi último y dichoso fin. En este primer día yo veo dentro de mí como un caos, estoy lleno de confusiones, por el desordeny desenfreno de las pasiones que me dominan; y esta misma ceguedad mía hace que yo conozca mi gran mi– seria, según aquello: Una noche sirve para conocer otra noche (1). Mas confío que, con la ayuda de Dios, en estos santos ejercicios: la noche será iluminada como el día (2). Dios mío, tengo necesidad de un milagro de vuestra misericordia: dadme corazón para esperarlo, y que sea para reformar en mí el hombre viejo. Si ahora hubiese de morir, ¡qué asombro y confusión para mí, viendo cómo con tantos años de vida, o de caminar por este mundo, en vez de aeercarme al último fin, me he alejado de él con tanto descuido! Busco la quietud del corazón; pero ¿qué importa, si la busco donde no está? Mi corazón no es hecho para las criaturas, sino solamente para Dios. En Dios puedo, por tanto, hallar la paz, fruto de una sumisión perfecta a su santísima voluntad. Es imposible que yo esté jamás tranquilo, si no quiero estar en donde debo, que es en Dios, o bien no quiero hacer lo que debo, que es el querer de Dios. (I) N ox nocti indicat scientiam. (Psalm. 18-3). (2) No.1; sicut dies illmninabitur. (Psalm. r38-r2).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz