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MEDUAJGION III Sobre la indiferencia en -el uso de fos medios. PUNTO I Si las criaturas no tienen otra razón que ta de medios, no debo usarlas, sino en cuanto me ayudan a conseguir mi último fin: de tal suerte, que no me cuide de una cosa más que de otra; sino en cuanto _la una mejor que la otra me ayuda más a este fin último. Que yo viva en un convento o en otro, en un oficio o en otro, bajo el gobierno y dirección de este o de aquel Superior, poco importa, pues tanto en el uno como en el otro puedo salvarme, y esto me basta. Que yo tenga más o menos salctd, más o menos ciencia, talento, actividad, no debe importarme; porque puedo igualmente servir a Dios sometiéndome en todo a su voluntad. Yo resigno, pues, oh Señor y Dios mío, mi corazón indiferente en vuestras manos, sin qu~rer ya más in• quietarme por cosa alguna del mundo. Ysi por ventura estuviese en mi arbitrio elegir para mi morada un con– vento u otro, un empleo, oficio, ocupación, u otra, no me pararé ya en consultar cuál sea más cómodo, más honroso. ni más útil a mis temporales intereses, sino únicamente cuál sea más provechoso para obtener mi último fin. Si hallare que me pueda servir de impedi– mento, lo dejaré, por más que sea ventajoso a la honra, al gusto y conveniencia. Y si hallare que me sirve de ayuda lo abrazaré, aunque me persuadan en contrario con todas las falsas razones del mundo.