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DIA PRIMERO ME:DIT~CION PRIMERA Sobre el último :fin~ PUNTO I ¿Qué viniste hacer en el mundo? ¿Viniste acaso a él para hacer aquello que tú quieres y buscar tu sola satisfacción? Esto no es verdad; y dícelo así la fe. Precisamente viniste al mundo, para hacer sólo aquello que quiere Dios, trabajando en todo a su mayor honra y gloria. Esta es tu esencial obligación, y te la enseñó Cristo en la persona de Marta diciendo, que una sola cosa es necesaria (1), la cual es amar, adorar y servir a Dios. ¡Oh fin altísimo! Examina la conducta de tu vida, en orden a la corres– pondencia .a este fin y en la reflexión de tus miserias confúndete de haber correspondido tan mal, y haber procedido tan ingratamente, que habiendo de dar gra– cias a cada instante por este beneficio, tal vez no lo has hecho jamás. ¿Qué cosa he hecho yo, y para qué estoy en el mundo?. (I) Porro u1w111 est necessarium. (Luc., I0-42.)