BCCCAP00000000000000000000946
CONSIDERACION Sobre las causas de la relajac,ión y medios para preservarse de ella. Para que persevere en ti aquel fervor del cual te sientes ahora inflamado, es necesario prever las causas, de las cuales procede ordinariamente que el fervor se entibia y pierde, a Hn de que puedan éstas repararse o esquivarse con el resultado oportuno. La primera causa es la corrupción de la naturaleza la cual por el fornes del pecado nos inclina al mal con• fümamente. Ella es como el peso del reloj, que tiende siempre hacia abajo, y es necesario levantarlo cada día. Mas para levantar esta naturaleza corrompida, ¿qué remedio? El ejercicio de la fe por la meditación de las verdades eternas: tienen éstas gran fuerza, cuando vivamente se consideran, para levantar el alma de su estado natural¡ y ahí tienes en el conocimiento de la causa tu preservativo. El fervor se entibia a me– dida que se entibia la fe; y la fo se entibia según que se hace o no se hace, con tibieza la oración. Conserva, pues, viva tu fe, con el meditar asiduo, y el penetrar e imprimir en ti sus verdades; y no dudes que se man· tendrá en tu corazón vivo y eficaz el fervor. Este es el verdadero sentido de lo que .dice el Apóstol: El justo vive de la fe (1), porque con el ejercicio de la fe, :;;e mantiene vivo el fervor; y con el fervor se man- (1) Justus e.1: fide vivit. (Galat., 3-r I.)
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz