BCCCAP00000000000000000000946
ser tu Madre, y Madre más amorosa que todas las madres juntas. Por el grande amor que Ella te tiene, hizo gustosa al pie de la cruz, el sacrificio de su Hijo carísimo; y después de una prueba de tanta caridad y amor entrañable ¿qué bien. o qué gracia no puedes aún esperar de Ella? Demos que tú seas el más miserable y ruin pecador del mundo, no importa; pues esto sirve, para más aumentar y acrecentar en Ella el amor y la compasión, ya que es Madre de misericordia, Madre de piedad y dulzura. Ofrécete, pues, a Ella por hijo, ríndele gracias por tanta bondad, con la cual se dignó recibirte; encomiéndate a Ella, y ruégala que tenga cuidado de ti, y que te acompañe con su amorosa asistencia. PUNTO II Lo que ahora más necesitas, es que te asista a fin de mantener los propósitos que Dios te ha inspirado en estos días de Ejercicios. Haz, pues, de todos ellos un manojito, y preséntalos a la Virgen, protestándole que así como los reconoces por un fruto de su intercesión, así también esperas por medio de Ella su fiel cumpli• miento. Por sus gozos, por sus dolores, y por aquel su corazón dulcísimo y tiernísimo con que ama, aun a los más grandes pecadores, ruégala que no te desampare. Si tanto me habéis amado, oh Virgen Sacrosanta, cuando Yo me apartaba de Vos, y de vuestro Hijo, pues rogasteis por mí y me llamasteis con voz amorosísima, y si no fuese por Vos, Señora, puede ser que yo estu– viera ya condenado; ¿por qué no me amaréis ahora que .
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz