BCCCAP00000000000000000000946

:2,3 el tribunal de Dios si compareces allí no enmendado! El notar las luces y los sentimientos que de día en día te comunicará el Señor es una ocúpación digna de estima. San Agústín, san Bernardo, san.Buenaventu.ra y otros muchos santos escribieron sus meditaciones para preservarlas del olvido; procura, pues, tú recoger cuidadosamente el fruto y escribirlo para poder de cuando en cuando refrescar la memoria leyéndolo en compendio. Advierte, empero; que no emplees el tiempo de ta meditación en pensar aquello que habrás de .escribir luego, porque esto seda una di.stracción. engañosa. Sexta: El tiempo de Ejercicios es también muy apropiado para hacer la acostumbrada confesión gene•• ral ele un año, o de más tiempo si en conciencia y a juicio de tu director fuese necesario. La ocasión no puede ser más propicia, pues nunca el alma c:onoce mejor y detesta más vivamente sus pecados. Para hacer esta confesión podrán servirte los exámenes expositivos según los consejos puestos al fin de este libro. Aquí me parece bien avisar, que hecha la confesión con la diligencia debida se siente luego una alegría espil'itual, de la cual puede servirse el diablo para disi– par el fervor y recogimiento logrado en los días ante• riores. Muchos, hecha la confesión general, dan pronto en la tibieza, como si lo hubieran hecho ya todo, y pre– sumiendo con alguna secreta soberbia haber puesto en seguro toda la vida pasada no se aplican ya a ajustar en lo.porvenir su vida religiosa. Cuidado, pues, con este engaño. De poco sirve cancelar Jo pasado, sin el es -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz