BCCCAP00000000000000000000946

rSo religiosa el sufrir una confusión y mortificación, que podría esquivarse, contentarse con sólo tener a Dios por testimonio de su conciencia. Dios mío, desde ahora quiero hacerme santo, entre Vos y yo, sin que lo sepa persona alguna de la tierra. Que los hombres me tengan o no por el hombre más malvado y desdichado del mundo, nada me importa, con tal que yo os ame, y sea de Vos amado. Un grande propósito es éste, y conozco que no soy digno de lle– gar a tanto; pero si no llego en las cosas grandes, ayudadme a lo menos en las pequeñas a vencer y humillar mi amor propio. MAXIMA Sob~e hacerse hombres de oración. Esta fué siempre entre los Religiosos una máxima infalible, como deducida de la misma experiencia; aquel es buen Religioso, que hace buena oración: y aquel es mejor Religioso, que hace mejor oración: y aquel finalmente es óptimo Religioso, de quien se puede decir, que su oración es óptima. Como por el contrario se puede dedr, que nada tiene de Religioso, el que no hace nada de oración: que tiene poco de Religioso quien hace poca oración: y finalmente, que es un pésimo Religioso el que huye y no cuida de hacerla. Si quieres examinarte a ti mismo desapasionada - mente, te obligará a confesar esta verdad tu propia experiencia. Porque, ¿cuándo lias vivido mejor como

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz