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estará escrito en el libro de las mismas Constituciones, que son voluntad expresa de Dios, y como dice san Pablo: Todos los que pecaron viviendo sujetos a la leg, por ella serdnjuzgados (1). MAXIMA De la puntualidad en la observancia regular. Así como la profesión y la observancia de los t~es votos nos constituyen en el ser de Religiósos, así también la observancia de la Regla de san Fran • cisco hace que seamos de la Religión de san Francisco; como la observancia de las Constituciones de los Capuchinos nos hace de la Orden de Capuchinos. Un religioso que no observa sus Yotos, no es verdadero religioso, sino sólo de nombre; uno que no observa la Regla de san Francisco, no es con propiedad religioso de san Francisco; y un Capuchino, que no observa las Constituciones de Capuchino, no tiene otra cosa de Capuchino, sino el hábito. Estas Constituciones son las que constituyen la Orden de Capuchinos, y la distin– guen de todas las demás Ordenes; y ¿cómo se puede decir que un religioso sea de la Orden de los Capuchi– nos, si no quiere pensar en la observancia de las Constituciones y leyes de los Capuchinos? Por esto las Religiones se llaman Ordenes, porque en ellas se vive ordenadamente. ¿Qué quiere decir vivir ordenada- (r) Q11inrnmque in legem: JJeccave,r1mt, fJer leg,en1, jnstifi– cabmrt-ur. (Rom., 2-r2.)