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16r de Dios? .. , ¿Ciegamente, sin tanto examinar si es mejor hacerlo tal como lo quiere el Superior, o como a ti te place? ... Examínate, y confúndete, pues nada tienes de Religioso, si vives descuidado en la obedien– cia. Dios detesta tus sacrificios, tus abstinencias, tus oraciones, siempre que._ por hacer tu voluntad, no cumples la de Su Majestad divina. Tantos años ha que eres Religioso; ¿cuántos actos de verdadera obediencia has hecho hasta ahora? ¡Oh Dios! Proponte suplir las faltas pasadas en este poco tiempo que te resta de vida. PRACTICA De sentimientos. Por más que yo hiciere, jamás podré por mí mismo hacer cosa alguna que sea de gloria de Dios, porque entre la divina Majestad y mi pequeñez hay una desproporción infinita. Jesucristo, mi mediador, es quien absolutamente me da esta capacidad, y sólo por El puedo yo honrar a Dios, y agradarle. Dios no ama a criatura alguna, sino por Jesucristo, y en Jesucristo, que es su Hijo, y verdadera imagen. Si, por tanto, quiero ahora ser amado por el Padre Eterno, es necesario asemejarme y unirme a Jesucristo por la conformidad de mi corazón y de mis costumbres. Aunque la pobreza de espíritu, es decir, el desapego de las riquezas, baste para aquellos que están en el siglo, no es bastante para mí que soy Religioso, y mucho menos, siendo Capuchino, a .quien es necesaria