BCCCAP00000000000000000000946
r6o en caso de serle reprendida, por decirlo así, alguna culpa de parte de Dios, será aceptada la excusa de haber obedecido. Así como el que falta a la fe en un solo artículo del Credo, no puede decirse que sea fiel, aunque firme– mente crea todos los demás artículos; así también el que no obedece en todo lo que se le manda, no se puede llamar verdadero obediente; puesto que no obedece por motivo de religiosa virtud, sino sola– mente porque su razón se lo persuade. Demás de esto, el verdadero obediente, no sólo obedece en todas las cosas, sino también a todos los Superiores: No tan sólo a los buenos y apacibles, como dice san Pedro, sino también a los de recia condición (1), prudentes o indiscretos ... perfectos o imperfectos. Obedeciéndoles como a Dios, que siempre igualmente merece sumisión; cualquiera que sea la persona, que nos declara su querer ... Así como se da la misma adoración y respeto a una cruz de made– ra, que a una de oro; y la misma a una hostia pequeña, que a una grande, así también ha de prestarse la misma obediencia a un Superior de mediano talento, que a uno de excelente doctrina. A un Superior graduado, que a uno ordinario... Pero ¿acaso obedeces de esta mar.e– ra?... ¿Universalmente en todo y a todos? ¿Con prontitud, sin perder tiempo? ... ¿Diligentemente, no sólo haciendo aquella cosa que debe hacerse, sino apli• cándote a hacerla bien?... ¿Voluntariamente, no por temor de alguna reprensión o penitencia, sino por amor (1) Non ta11t11·m bonis et mod,estis, sed etia111 disrolis. (I Petr., 2-rS.)
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz