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159 presteza todo aquello que en cualquiera manera se le impone, persuadiéndose que la voz de quien le llama a la obediencia, es una voz de Dios: El que a vosotros oye, a Mí me o_t¡e, dice el Señor (1). Oída la señal de la santa obediencia, no se detiene en decir: Es muy tarde: Es mur¡ presto,· sino que luego, luego deja toda ocupación, por no perder el mérito con la tardanza de un solo instante ... Acompaña lo externo de la obra con el afecto de la voluntad, acordándose de haber negado todo su propio querer por amor de Dios ... Y tanto más. gustoso obedece, cuanto las cosas que se le mandan son más contrarias y repugnantes a su genio, a imitación de Jesucristo, que se hiio obediente hasta la muerte (2). Obedece como un buen hijo a su padre ... Humillando su juicio a tener por bien ordenado todo aquello que se le manda, y adorando las disposiciones de Dios, aunque más contrarias le parezcan al dictamen de la propia razón ... Sin buscar otro motivo de su obe– diencia, que la obediencia misma ,. Si tiene alguna justa y clara dificultad contra la orden recibida, la representa a quien se debe, y donde conviene, con humildad, con indiferencia y con resignación, aquietán· dose, y quedando igualmente contento de una manera que de otra ... Obedece en todo lugar, en todo tiempo, en todas las cosas que le son mandadas, grandes o pequeñas, fáciles. o difíciles, gustosas o desagrada• bles, con tal de que en ellas no haya evidente ofensa de Dios... En cualquiera duda, más presto se conforma con el juicio del Superior que con el propio, sabiendo que (r) Qni vos audit, me audit. (Luc., 10-16.) (2) Factus o/Jedíens 1tsq1tc ad ,.inortem. (Philip., 2-8.)
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