BCCCAP00000000000000000000946

145 dades usadas para obligar a los Superiores a que condesciendan con tus designios. Todas las obediencias para viajes, pedidas y obtenidas con mendigados pre· textos, son verdaderas desobediencias, y sólo sirven, ante los ojos del mundo, para que el Religioso no sea considerado un apóstata. Examínate, lo segundo, si algunas veces te obstinas en aquello que no se juzga bien en concederte: de lr a tal lugar ... con tal compañero ... en aquel tiempo que más te agrada ... de residir en taL convento... en tal celda .. , de hacer sólo tal oficio y no querer hacer otro... Esto no es un obedecer a Dios, sino un pretender que Dios obedezca a ti. Si en la obediencia quieres hacer el teólogo sutilizando y sosteniendo ciertos puntos o cominerías, diciendo: En esto o en estotro, no estoy obligado a obedecer... Esto no me toca a mí.,, El Superior no puede mandarme así... Esto es una novedad, una extravagancia... Así se acostumbra ,. No se acostumbra de esta manera.. . Apelo ... Escribiré al Provincial... al General.. . haciendo el valiente y andando tras de tenerla con el que representa las veces de Dios. Nuestra obediencia no tiene más límites que el pecado¡ y en todo lo que no sea pecado estamos obligados a obedecer. En la profe– sión no hemos hecho voto de hacer aquello que se acos• tumbra o no se acostumbra, sino de obedecer. Puede alguna vez el Superior errar en mandarte una cosa o con injusticia o con imprudencia. Pero tú jamás errarás en obedecer; y siempre te equivocarás en no querer. hacer la obediencia, sin alguna razón. Acuérdate que Dios te juzgará sobre el voto¡ te juzgará, además, si

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz