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132 horror tiene Su Majestad a todo aquello que aun en sombras puede manchar la santa pureza. ¡Oh cuánto le agrada esta hermosísima virtud a Jesucristo! Tú le hiciste voto de ella; pero, ¿cómo lo has mantenido y observado hasta ahora?, ¿cómo en el cuerpo?, ¿cómo en el alma? Si la pureza ha padecido en ti algún quebranto, haz propósito de buscar y hallar la causa¡ y encontrarás en tu poco espíritu, que no sabe hacerse violencia en mortificarse, el origen y manantial de todos tus desórdenes. Es esta virtud un lirio, que solamente se mantiene entre las espinas; y si deseas guardarla, resuélvete a no acariciar más tu cuerpo con tanto cuidado de la salud, de no dar ya santa libertad a tus sentidos. Procura mortificar ese tu genio, el cual, por más que te parezca natural, o puede ser o hacerse sensual, y haz caso de todo, por leve que sea, en esta materia. Implora, por tanto, en tu ayuda a la Reina de las almas vírgenes, María Santísima. MAXIMA Sobre ha,cerse dueño de la lengua. Vana es, dice Santiago, la religión del que no sabe moderar la propia lengua ( 1). Es necesario, por tanto, aplicarse a esto, como a un punto esencial de la religiosidad. El buen uso de la lengua consiste (1) Non refrenans línguam suam... Jmjus vana est religio. (J ac., 1-26.)

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