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41 156 En este nuestro mundo el bien y el mal se entreveran y a veces hasta se confunden. Nos lo enseña la parábola de la cizaña. ¡Cuántas veces lo olvidamos y con simpleza infantil dividimos el mundo en buenos y malos, en luces y tinieblas, como si el bien y el mal se nos dieran separados y químicamente puros!. 157 Para casi todos nosotros ganar, aprovechar la vida es colmarla de saber, de goces, de alegría. Para Jesús es gastarla en provecho de los demás, desvivirse por los prójimos. Así nos lo dijo Él y así lo hizo. 158 Busca siempre la unidad; es lo humano, lo cristiano. Nunca la uniformidad que es todo lo contrario. 159 El cristiano se parece al montañero, divisa allá a lo lejos, aunque semioculta entre nubes, la cima– meta de su ascensión; pero le son desconocidos los vericuetos y aventuras del caminar.