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126 558 Cada vez que me pongo en relación personal con los demás, lo piense o no lo piense, puedo ser para ellos en grado mayor o menor, bendición o maldición, causa de bien o de mal. 559 Así como el amor a los prójimos comienza por uno mismo, también el respeto a los demás comienza por respetarse a sí mismo. 560 Si con la mentalidad y madurez de nuestros 40 ó 50 años hubiéramos vivido nuestra juventud, ¡cuán distinta hubiera sido nuestra vida!. Pero ¡qué lástima! nadie puede volver a vivir su pasado. 561 La mejor herencia de tus padres no son los bienes que te dejaron, sino tu carácter y la educación que te dieron. 562 ¡Qué fácilmente declaramos enemigos de Dios a los que son nuestros enemigos!