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114 499 Todos morimos para el Señor, nos dice S. Pablo. Para nosotros solamente mueren las personas vinculadas a nosotros. Las demás se mueren simplemente. 500 ¡Cuántos por desgracia mueren cuando comenzaban a aprender a vivir!. 501 La primera, la primerísima de las artes es el arte de educar. 502 En nuestra sociedad, lo sabemos, hay mil injusticias y opresiones; sin embargo, si a cualquiera de nosotros nos preguntaran ¿eres tú injusto, eres opresor? ¿habría alguno que respondiera, sí? 503 La libertad con todas sus consecuencias es la que hace al hombre una persona, dueño de sí, imagen de Dios. Por eso privar al hombre de su libertad o libertades sin un justo motivo, es un crimen de lesa humanidad.