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9 11 Dios gusta de la paradoja: Para destruir el pecado, se hizo carne de pecado, para destruir la muerte se sometió a la muerte; para Él la pobreza es una bienaventuranza; dar es mejor que recibir. 12 Jesús nos dijo: No podéis servir a Dios y al dinero. Y muchos en tiempo de Jesús y también en el nuestro quieren servir a la vez a Dios y al dinero. Unos amos tan opuestos y aún llegan a creer que eso es lo sensato. 13 El evangelio nos ha traído esta revelación: el rostro del hombre es ya para siempre el rostro de Dios. 14 Si es verdad que todo es gracia, a la luz de la fe se puede entrever el amor de Dios aún en la mayor desgracia. 15 Mirar a alguien o algo con mirada de fe es intentar mirarlo con la misma mirada de Dios.