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104 456 Sé «valiente», no temas enfrentarte a los grandes problemas; ponte sin disfraz ante tu conciencia, ante Dios; mira cara a cara a la muerte. Si así lo haces, eres ya todo un hombre. 457 He ahí el hombre, ese sabueso siempre a la caza de felicidad y de saber a pesar de tantas frustraciones. ¡Cuántos deseos de su corazón que nunca podrá realizar! ¡Cuántas preguntas de su mente que nunca podrá responder!. 458 Cuando niños, cuando jóvenes, el mundo parece venir a nuestro encuentro y ofrecernos un sinfín de posibilidades. Nos sentimos solicitados por todas partes. Pasada cierta edad se cambian las tornas. El mundo se nos aleja, las personas, las cosas nos van abandonando. Nos sentimos cada vez más solos. Suele ser una experiencia amarga, sin embargo para muchos es el gran momento para la reflexión profunda, para el encuentro con el absoluto, con Dios. 459 El hombre que sabe vivir, sabe que todos los días ha de empezar de nuevo.